QUEDAOS CON TODO PERO... “DEJADME LA ESPERANZA”
Era joven, soñador, trabajador,
fuerte, humilde, generoso y alegre; comenzaba a descubrirse a sí mismo, a
conocer sus aptitudes incalculables. En su vuelo ilusionado sentía que nada en
el universo sería capaz de oponerse a su intención. Trabajó con decisión sin
atender al cansancio ni al sufrimiento. En su mente un pensamiento le empujaba
superarse: La mejor realidad es la soñada y el sueño puede cambiar la realidad.
Después conoció a Materia, inconstante,
inestable, cicatera, insensata y egoísta. La soberbia, la ira, la codicia y la
envidia, lacras de Materia, embarraron las alas de El Sueño… y ya no pudo
volar; allí quedó, sucio, frío, inerte.
Materia creyó matar a El Sueño.
Ella, egoístamente ciega, no supo que su realidad, la realidad de la materia,
sería hermosa si hubiera hecho suyas la caridad, la paciencia y la diligencia,
propias de El Sueño.
El Sueño quedó malherido de
indolencia, pero no muerto.
Ahora vuelve a elevarse en el
cielo lavado y fresco con las alas de la ilusión y la esperanza de cada niño,
de cada niña.
Deberán conocer a Materia y aprenderán a mantener sus alas inmaculadas; quizás
Materia no pudiendo dominar a El Sueño se convierta en sueño, y juntos
transformen El Sueño en Realidad.
José F. Álvarez Febrero 2015
“El odio se amortigua / detrás de
la ventana./ Será la garra suave./ Dejadme la esperanza”
Miguel
Hernández
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